Santuario del Sagrado Corazon de Jesus de Culiacan

El Sagrado Corazón de Jesús es una de las advocaciones de la Iglesia Católica que más seguidores tiene pues se trata de una imagen tan pura y fuerte como el corazón mismo de Jesucristo. Simboliza la más extrema pureza y entrega, la determinación y la pasión, la fe y los milagros. Es por ello que muchas personas en una mala situación le rezan, se ponen bajo el amparo de esta imagen y le piden interceder y curar sus males, encontrando muchas veces la respuesta que buscaban.

Esta advocación tiene cientos de templos a lo largo y ancho del mundo. Uno de ellos se encuentra en Culiacan, la capital de estado de Sinaloa, en la costa occidental mexicana, donde poco a poco están llegando los turistas y tiene la gran posibilidad de convertirse en uno de los centros más visitados de todo el territorio nacional.

El Santuario del Sagrado Corazón de Jesús es uno de los templos en Culiacán que forman parte del recorrido de lo que se denomina como “turismo religioso” y que se lleva a cabo visitando las diferentes iglesias que se encuentran en la ciudad, conociendo su historia, los pormenores de su construcción, la iconografía en su interior y todo aquello que se relaciona con el hecho de que se encuentre hoy ante nuestro ojos, es decir, su propia evolución.

El Santuario del Sagrado Corazón de Jesús es uno de los templos en Culiacán más visitados y se encuentra ubicado entre las calles Ángel Flores y Donato Guerra, en el centro de la ciudad. Esta Iglesia es una de las más pintorescas del lugar y basta verla para esbozar una sonrisa pues, más allá de las creencias que profese cada quien, no podemos dejar de emocionarnos ante una buena y hermosa construcción. Para quienes crean, esta edificación será aún más importante pues simboliza el deseo de ofrendar algo hermoso a la mismísima figura de Jesucristo.

Este Santuario abrió sus puertas en el año 1901 pero el servicio ofrecido por los sacerdotes se interrumpió en el año 1926 a causa de un conflicto con el gobierno de ese entonces a cargo del general Plutarco Elías Calles. Calles, por temor a la reacción popular, le entregó el poder sobre la Iglesia a la comunidad, quien podía abrir las puertas aunque los sacerdotes no oficiaban celebraciones. No es sino hasta el año 1929 en que vuelven los sacerdotes a tomar el poder del templo y oficiar las ceremonias.

El templo está construido sobre una plataforma de unos dos metros de altura aproximadamente, por lo que fue necesario construir escaleras para poder ingresar a él. Esto ayuda a lograr esa imagen imponente de un templo que tiene como fin el exaltar la figura del Corazón de Jesús.Completan la fachada unos arcos prolijos y ventanas alargadas de forma vertical que le dan un aspecto único desde lejos, con ciertos matices orientales. Este templo puede ser visto desde todos los rincones de la plaza demostrando que es uno de los sitios más importantes del recorrido de la ciudad, un punto que no se puede pasar de largo.