28 nov 2012

Feria En honor de San Joaquín


En el inmenso, heterogéneo y mestizo Mexico, el Estado de Campeche se caracteriza por la intensa orientación a preservar el legado histórico mexicano y las tradiciones sociales y culturales de la región, en sus manifestaciones artísticas, arquitectónicas y colectivas. En este sentido, se destaca por las múltiples festividades que se llevan a cabo en las diferentes ciudades que lo integran. Desde allí se realizan celebraciones en honor a los santos patrones de cada localidad. Grandes espacios de intercambio y de encuentros se generan en estos espacios cargados de historia y misticismo. Las fiestas, son fundamentalmente fiestas populares y religiosas.

Campeche se encuentra ubicado al sureste del país. Geográficamente, limita al noreste con Yucatán, al este colinda con el estado de Quintana Roo, se encuentra al sureste con Belice, mientras que al sur se pega con la República de Guatemala, al suroeste con el Estado de Tabasco y al oeste con el golfo de México.
Esta región tiene un gran acervo simbólico religioso, que se pone en evidencia en sus fiestas más importantes, entre ellas, mencionamos: en Febrero se realiza el tradicional Carnaval, por otro lado, la tan convocante Fiesta En Honor A La Virgen Del Carmen se realiza en Junio. Luego, para la primavera, se realiza la Feria de San Román en el mes de Septiembre, y entre las más destacadas, la Feria en Honor de San Joaquín, que se realiza en Agosto y se lleva a cabo en Palizada.

Palizada es una localidad campechana que se sitúa al suroeste del estado, en la hermosa y fértil región de los ríos, muy cerca de la Laguna de Términos. Se denomina así, por sus riquezas naturales, por la gran cantidad de madera tintórea que se encuentra en su territorio. La ciudad posee un acogedor pueblo que se caracteriza por su pintoresca estructura arquitectónica. Con casas de techos de tejas de origen francés, el escenario acompaña al paisaje que se ubica, privilegiadamente, a orillas del río.

La Feria de Palizada, en honor a San Joaquín, forma parte de las múltiples conmemoraciones festivas municipales dedicadas a los santos patronos locales.Es organizada por el Ayuntamiento de la ciudad, junto con la sociedad civil y los colaboradores y responsables de la institución eclesiástica. La fiesta conlleva una gran organización, y una gestión de grandes dimensiones que lleva mucho tiempo realizar. Se define por la disposición de una feria agrícola y ganadera, en donde además se puede disfrutar de diversos juegos mecánicos, bailes tradicionales, comidas regionales típicas, concursos acuáticos y deportivos –como las clásicas competencias charras- llevados a cabo en las aguas del río y, entre otras cosas, y como no podía ser de otra manera, de infaltables vaquerías.

Cada año, se realiza desde el 15 al 31 de Agosto, y allí acuden cientos de personas y comunidades diversas, que se encuentran en ese espacio único por dos semanas. La feria se postula como un sitio y una instancia en donde cientos de lugareños como de  visitantes que llegan desde localidades próximas, se acercan hasta la festividad para participar de esta singular celebración religiosa. El primer día de la feria, el santo es bajado de su altar para ser venerado por los devotos y creyentes.

La primera noche del evento se realiza la elección de la reina, el concurso de la “Flor del Mango”. En este concurso participan una decena de entusiastas jóvenes que buscan representar a las comunidades del municipio, en el marco de una fiesta de gran envergadura.

Luego, al día siguiente comienza el atractivo principal de la feria: la exposición ganadera. Cientos de personas se ven atraídas y tentadas por conocer el proceso de producción, el trabajo de campo con los animales, sus características y su proceso de desarrollo industrial. Además, los animales expuestos participan del concurso de la feria, y en la clausura, son premiados los mejores ejemplares, o más correcto sería decir, sus dueños.

Otra de las actividades que se desarrollan es la fiesta del Corpus Cristi realizada en honor del Señor de Tila. Su capilla se encuentra aproximadamente a cuatro leguas marinas de Palizada, y la peregrinación hasta el lugar cada vez atrae a más feligreses.

Las tradiciones y las costumbres de este pueblo son muy valiosas para su gente. Y esto, de alguna manera se traslada en los rasgos hospitalarios de las personas del lugar y en su cordialidad. El trato que se les da a los visitantes,que llegan a participar de estas jornadas con gran respeto y entusiasmo, es destacable. Quienes llegan a la feria desde otros lugares, son realmente convocados a formar parte e invitados a quedarse, no por nada se dice que el carácter campechano del Paliceño es especialmente encantador.

Vivir la Feria en Honor a San Joaquín, es vivir una experiencia única, en un ambiente cálido y amistoso. Una experiencia que nos enriquece y que nos enseña algo más de un fragmento importante de la cultura de Campeche y de la historia mexicana.

B.Nocioni.

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