28 nov 2012

Casa del Centenario



Con motivos de las celebraciones del centenario de la ciudad de Los Mochis se pone de pie en esta misma ciudad, La Casa del Centenario que tuvo en ese momento el objetivo de ser sede de las celebraciones cívicas por iniciativa de un grupo de empresarios de la zona.

Su infraestructura está caracterizada por un estilo colonial pretendiendo representar la arquitectura de época como también conservar ciertos elementos de exposición, realización de conferencias, presentaciones de libros que durante el año 2003, en el centenario, adquirieron mayor relevancia por hacer muestra de la historia de Los Mochis.

El edificio fue construido en el año 1945 en terrenos de la Compañía Azucarera, donde se permitía el acceso a la entrada principal del ingenio.  Se nombra como albañil responsable de la remodelación de lo que antes era sólo una pequeña casita de madera, a Don Juan José Soto siguiendo al pie de la letra los planos que en ese momento fueron realizados por los ingenieros de la Azucarera. La zona que rodeaba la casa representaba el ambiente colonial, con arquitectura bien característica donde generalmente residían todas las casas de habitación para empleados y altos funcionarios de la United Sugar Co, teniendo similitudes con la famosa Casa Grande, perteneciente a Benjamín Johston donde actualmente funciona el Museo Regional del Valle del Fuerte, en la cual inició su construcción en 1902, como verá, una año antes de la fundación de la ciudad.

A medida que los años pasaron, la casa sufrió ciertas remodelaciones que procuraban mantenerla de pie generalmente llevado adelante por cada uno de los propietarios de ella en cada época.

Hoy en día permanece con las mismas características que el superintendente del Ferrocarril Mexicano del  Pacifico y segundo jefe de la Compañía Azucarera Conrado Ochoa Beltrán otorgó cuando fue su propiedad junto con su señora esposa, quienes tuvieron el honor de ser los que primero la habitaron.
Todo a su alrededor se contempla como representativo y hace resplandecer los detalles coloniales que en su momento constituyeron a la Casa del Centenario como monumento histórico de la ciudad. Y una de las cosas que destaca todo ello es el Monumento a la Madre que se encuentra al frente de la casa, en un pequeña plazoleta, que según cuentan los lugareños muchas historias pasaron por ese lugar y pretensiones de colocar monumentos varios  hasta que con críticas y controversias la madre obtuvo su mérito.
A partir de la iniciativa de toma este sitio como centro histórico para la celebración del centenario, como se dijo anteriormente, numerosas actividades se planificaron y dieron cabida a ideas como “la cápsula del tiempo” que se consagró como una de las iniciativas que mayores repercusiones tuvo en el lugar.
Esta misma se pensó como contenedor de objetos y recuerdos que pudiera ser abierto luego de un tiempo pasado el centenario, más precisamente una vez que Los Mochis cumplieran 150 años, es decir en 2053. De esta forma, se insiste en que los jóvenes sean los testigos del cierre de la caja y por su puesto su apertura una vez concluidos los próximos 50 años. Es así como los habitantes encontraron una manera de dejar mensajes, recuerdos o historias que descubrirán quienes al cabo de este período de tiempo puedan recuperarlo y tener un grato recuerdo de aquel 2003.
Sofía Hallak

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