Si estás buscando información sobre las principales ciudades de México, sin dudas Guadalajara es uno de los destinos más atractivos para
visitar durante tu próximo viaje. Es una de las tantas ciudades que el
increíble país azteca tiene para ofrecerte, en la cual los viajeros amantes de
la historia y la cultura pueden recopilar datos y conocer los principales
rasgos de la conformación histórica y cultural de la nación.
Si es tu primer viaje a México, no dudes en comenzar el recorrido
por el Distrito Federal y la Zona Metropolitana de la Capital, que conforman la
tercera ciudad más habitada del mundo y la más densamente poblada en todo
Latinoamérica. Con sus más de ocho millones de habitantes, en la capital del
país podrás recorrer todo el tradicional centro histórico, en el cual podrás
descubrir parte de la herencia pre hispánica, seguida por le tapa de dominio
colonial español y también las marcas de la lucha por la independencia.
Otras ciudades reconocidas turísticamente y por eso mismo
recomendadas a los viajeros, en las cuales se halla gran parte del legado
patrimonial de la etapa colonial en el país son Puebla, Guanajuato, Oaxaca,
Zacatecas y Guadalajara. Ésta última
se ubica a algo más de 500 kilómetros al noroeste del Distrito Federal por lo
que es de fácil acceso tanto por vía terrestre como área para quienes deseen
incluirla en un mismo plan de viaje junto a la ciudad capital.
En la actualidad posee la segunda Zona Metropolitana más
poblada de México, con más de cinco millones de habitantes, además de ser un
centro dinámico para toda la región del estado de Jalisco. A nivel turístico,
la ciudad cuenta con toda la infraestructura receptiva necesaria para asistir
las demandas de los viajeros en lo que a vías de transporte, acceso y
alojamiento se refiere.
Sin dudas se destaca por su herencia histórica para el país,
ya que ofrece a quienes quieran conocerla, un interesante centro histórico en
el que se ubican gran cantidad de plazas, además de una bellísima Catedral, el
reconocido Teatro Degollado y el museo donde antes funcionó el Hospicio
Cabañas. Además, Guadalajara es uno
de los centros culturales más destacados de Latinoamérica por su intensa agenda
de actividades, en la que se destacan un completo cronograma de eventos de
reconocimiento internacional que cubre la mayoría de los meses del año.
Posee la universidad estatal con mayor cantidad de alumnos
en todo el país, a la que suma al menos una veintena de universidades privadas,
además de poner a disposición de sus habitantes y también de los visitantes una
infinidad de bibliotecas de las más variadas temáticas. Los museos disponibles
son otra de las características definitorias de esta ciudad, lo que termina de
completar una breve descripción de su riqueza patrimonial para todo México.
Sin dudas Guadalajara
en el siglo XX sufrió muchas transformaciones que la llevaron a
constituirse en el importante polo demográfico que es hoy. Los principales
cambios se dieron en las áreas comerciales e industriales, gracias al establecimiento
de nuevas zonas de actividades además de la instalación de empresas e
industrias de diversos orígenes.
La radicación nuevas empresas también fue motivo para que la
ciudad se convirtiera en un atractivo para los pobladores del estado de
Jalisco, lo que se tradujo en una mayor concentración de habitantes en una
creciente Zona Metropolitana. El crecimiento demográfico trajo aparejado el
desarrollo de las obras públicas y también privadas, orientadas a satisfacer
las demandas de trasporte, de servicios, de alojamiento, entre muchas otras.
El siglo XX fue sin dudas la etapa de consolidación de esta
ciudad como polo industrial, de servicios y también como destino turístico
relevante para el país. Tras las guerras de la independencia y la crisis
mundial de finales de la década del ’20, toda esta región de Jalisco pudo
ingresar en un período de crecimiento en lo que a población, comercio e
industria se refiere.
Un freno a la expansión de la ciudad, además de constituirse
en uno de los hechos más dolorosos, fueron las dramáticas explosiones que se
registraron en el barrio Analco de Guadalajara
en abril de 1992. Ese trágico día, varias tuberías de gasolina explotaron en el
sector de alcantarillas de las calles, lo que produjo la destrucción de 14
kilómetros de calles, la muerte de más de 200 personas, más de 500 heridos y
15.000 habitantes sin vivienda.
Traducido en cifras económicas, el daño a la ciudad fue de
casi mil millones de dólares, lo que llevó a toda la ciudad a una etapa de
pérdida de su poderío económico y aceleración industrial. El desarrollo de
nuevas áreas de actividad, como la de servicios y el comercio fue clave para la
reactivación económica de esta importante región del estado de Jalisco en las
últimas dos décadas, gracias a lo cual hoy es una de las más importantes en el
país y en todo Latinoamérica.
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