Chetumal posee
un encanto muy particular. La calidez de su clima caribeño, sus playas blancas
y su mar turquesa, son bien acompañados por la calidez de sus habitantes. Pero
no es esto lo que la hace única y distinta de las otras localidades de la
región, Chetumal es, principalmente,
una ciudad que destila tradición e historia por donde se la mire.
Esta
localidad del sur mexicano fue antiguamente territorio de un cacicazgo maya.
Apodada la “cuna del mestizaje”, existió aquí una princesa maya llamada Zazil
Há, quien contrajo matrimonio con un naufrago español, Gonzalo Guerrero, que
luego de culturalizarse y elegir esta cultura como la suya, pasó a ser un
importante miembro de la comunidad e incluso jefe maya, para morir luchando por
su nuevo pueblo contra los conquistadores españoles. Fruto de este amor
surgieron los que serían considerados como primeros mestizos americanos.
Antiguamente, Chetumal se llamaba Payo Obispo, y era
tan sólo una pequeña ciudad fronteriza que conectaba con el vecino país de
Belice. Debido a su difícil acceso, la región estuvo hasta 1898 ocupada
enteramente por los mayas. Fue durante el gobierno de Porfirio Díaz que esta
situación cambió, mandó a construir un fuerte y una sección aduanal para
impedir el tráfico de armas desde Belice y al mismo tiempo, afirmar su
soberanía sobre estas tierras y así se fundó Payo Obispo.
El nombre actual se
debió al traslado de la capital del Estado de Quintana Roo desde donde era
entonces, Santa Cruz del Bravo, que fue devuelta a los mayas, hacia Playa
Obispo. Más, tarde, en el año 1937, el gobernador Rafael Melgar resolvió por
decreto que ninguna ciudad o pueblo podían tener nombres religiosos, y fue así
que Chetumal se convirtió en Chetumal.
La tragedia asoló
estas tierras en septiembre de 1955, cuando un huracán de categoría 5,
bautizado Janet, arrasó con el pueblo casi por completo. Su saldo fue de unos
500 habitantes aproximadamente, y su aspecto de pueblo caribeño con coloridas
casitas de madera fue perdido. A excepción de unas cuantas casas que fueron
arrasadas por completo desde sus cimientos y que fueron a “aterrizar” en otros
puntos de la ciudad, arrastradas por las aguas de la bahía. Estas casas son
conocidas por los lugareños como las “casas voladoras”.
Estas casas conformaban el estilo
arquitectónico del antiguo Chetumal.
Eran del estilo llamado “inglés”, en el cual confluían influencias indígenas,
inglesas y españolas. Sus techos eran de láminas rojas y las ventanas estaban
cubiertas por celosías. Estas y muchos otros atractivos pueden encontrarse en
el casco histórico de la ciudad.
Las características del casco antiguo de
Chetumal nos remontan al antiguo paisaje urbano de la ciudad. Quizás uno de
los paseos más atractivos sea visitar el Museo de la Cultura Maya, que es el
más importante de México. El mismo está divido en 8 secciones que nos invitan a
conocer la historia de esta maravillosa civilización, su legado artístico,
científico y su cosmovisión.
El faro de la
ciudad también es un ícono chetumaleño que posee su historia propia. Sobre el
Boulevard Bahía, este viejo habitante de Chetumal guío, durante largos años, a
los navegantes durante las noches tormentosas y nubladas con su luz
intermitente. También puede visitarse el Monumento a la Bandera, dentro del
centro histórico de la ciudad. Posee la forma de un obelisco con una caratula
de reloj en cada una de sus caras, debajo de las cuales están inscritos los
nombres de los principales héroes nacionales de la lucha por la Independencia,
la Reforma y la Revolución mexicana.
Fue el primer monumento de la ciudad y
también el primer reloj que llegó al estado de Quintana Roo cuando la capital
fue trasladad desde Santa Cruz del Bravo a lo que ahora es Chetumal. Este
obelisco se encuentra en la explanada del Palacio de Gobierno, otro de los
grandes edificios que fueron testigos de la historia de la ciudad y que ostenta
interesantes murales.
También puedes
visitar el Parque de los Caimanes y la Casa de la Crónica de Chetumal que se
encuentra en su interior. Sin lugar a dudas, esta es una parada que no puede
faltar en tu viaje por la ciudad. Aquí aprenderás más sobre su historia y
entenderás más el alma que la habita, así como la identidad de sus habitantes.
El antiguo
edificio que fuera la Escuela Socialista Belisario Domínguez, considerada la
primera escuela de Quintana Roo, alberga actualmente al Centro Cultural de
Bellas Artes. Esta bella edificación en
forma de Z es una obra del famoso artista colombiano Rómulo Rozo, y posee
varios frentes, largos corredores e inmensos pilares, todos decorados con
bajorrelieves y frisos ornamentales. Dentro de sus paredes también podemos
encontrar el Museo de la ciudad, el Teatro Minerva, el Paseo de Arte y la
escuela de Música y Artes.
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