28 nov 2012

Parques Nacionales de Chiapas

El territorio mexicano se extiende en el mapa del continente entre unos límites que parecen abrazar las más hermosas escenas de la naturaleza. Por un lado y por otro se suceden testimonios de diversidad de climas y suelos con sus respectivas faunas y floras que nos llevan desde las costas bañadas por el Caribe hasta las que reciben con ansias a las aguas del Océano Pacífico.

Cada parte de este mapa nos sorprende con lugares en los que, además de las bellezas naturales, podemos dar cuenta de la riqueza cultural de este país, una riqueza que se viene heredando desde los pueblos originarios que solían habitar el territorio.

Chiapas es uno de los lugares que suscita en el viajero ese asombro de encontrarnos antes un sitio cargado de historia, de maravillas naturales y de una fuerte herencia cultural. En este estado del sureste mexicano podemos visitar preciosos lugares en los que conviven todos los factores nombrados.


Un ejemplo de tales lugares son los parques nacionales de Chiapas, que nos permiten ver de cerca la gran diversidad de su ecosistema y la abundancia de vida en todas sus formas. Todo en Chiapas parece estar cargado por una densidad que abruma, tanto el espeso follaje que nos envuelve al visitar los parques y sitios arqueológicos como el café oscuro típico de la región que no podemos dejar de probar, pues despertará todos los sentidos que permanecían dormidos.

Uno de los parques nacionales de Chiapas y que se perfila como una de sus mayores atracciones turísticas es el Parque Nacional Cañón del Sumidero. Quienes piense que un parque es solo una reserva de vida silvestre en la que pueden ver unos árboles y algunos animales deben prepararse para cambiar totalmente su perspectiva pues este sitio es uno de los paisajes más imponentes de todo el país. Se trata de una falla geológica formada ni más ni menos que hace 36 millones de años.

Estas formaciones llegan a los 900 metros de altura, convirtiéndose entonces en un espectáculo digno del asombro de las personas más difíciles de conmover. Las laderas y cimas de estas rocas están cubiertas en gran parte de una vegetación exuberante y desde esas vertiginosas alturas se desprenden caídas de aguas que alimentan al Río Grijalva.

Quienes visitan este hermoso parque suelen realizar un recorrido que dura aproximadamente dos horas en las que nos podemos encontrar con paisajes como la cascada llamada “árbol de Navidad” o la cueva de colores.
Otro de los más reconocidos parques nacionales en Chiapas es nada menos que Palenque, un sitio que nos transporta a otro tiempo: al de los pueblos originarios. Este sitio es uno de los obligados en un viaje a este estado pues representa la huella de una cultura milenaria y el sitio arqueológico más importante de la zona.
Este espacio protegido de unas 1,772 hectáreas tiene como característica presentar una flora que se corresponde con la de selva alta. Dentro de sus límites podemos ver a la hermosa ciudad maya rodeada de verde, en imágenes que nos muestran lo fértil de la tierra. De esta ciudad se cree que solo se encuentra descubierto tan solo un 2,5 por ciento, hallándose el resto bajo la espesa vegetación.

Esto crea en quienes visitan el lugar un halo de misterio ya que a pocos metros de donde estamos se encuentran ocultos misterios todavía no descubiertos por los especialistas en la materia. El clima cálido y húmedo nos envuelve aún más en ese aire tan particular de esta parte del país y las ocasionales lluvias hacen que los aromas de las diferentes hierbas y plantas se eleven hasta nosotros exaltando nuestra percepción sensorial.

Esta ciudad perteneciente a la comunidad maya fue un verdadero centro cívico y ceremonial para aquellos habitantes lo cual le otorga una gran importancia dentro del mapa del turismo histórico o arqueológico. Sus construcciones se destacan como muestras de la sabiduría y cultura antigua en medio de la vegetación. Entre los edificios más conocidos e importantes podemos nombrar al Templo de las Inscripciones, a El Palacio, al Templo del León y el Templo del Conde, junto a otras muestras de las construcciones prehispánicas tales como el acueducto o el famoso juego de pelota que era una forma a la vez lúdica y religiosa.

La visita a estos parques es una forma de experimentar de cerca parte de la historia de este pueblo, sus bellezas y sus costumbres ancestrales, así como de sumergirnos de lleno en su geografía y bosques espesos para poder respirar profundamente el aroma propio de Chiapas, ese que parece provenir desde las cimas de las formaciones del Sumidero y desde lo más profundo y oculto de Palenque.

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