Sobre la
parte oriental de Chiapas,
más precisamente en el municipio de Ocosingo se en cuenta el área de protección Chan Kin, declarada
así el 21 de agosto de 1992 con el objetivo de ampliar la reserva de biosfera
ya instalada Montes Azules, contribuyendo además con la otra reserva de
biosfera del estado llamada Lacantun. Todos estos procedimientos se llevaron
adelante para la preservación de la gran cantidad de especies animales y
plantas que se mantienen sobre el suelo chiapaneco, la mayoría de estas
especies devenida de la Selva Lacandona que rodea Chan Kin.
Sobre su vegetación no se han hecho demasiados
estudios sobre el tipo de flora que se encuentra en el lugar, sólo un par de
observaciones y suposiciones de acuerdo a la localización de la misma. De esta
manera, se sugiere que la vegetación presente es de la selva alta perennifolia
y la selva mediana perennifolia que además recubre toda la parte de Montes
Azules al que Chan Kin contribuye para la ampliación.
Los mismo sucede con la fauna, en el sentido de
compartir especies con la reserva de biosfera cercana, la cual tiene conexión
directa con los bosques Lacantun y Bonampak que hacen revolotear grandes
aves como zopilote rey, águila arpía, águila ventriblanca, águila tirana,
águila elegante, el halcón pechicanelo y la guacamaya roja que priman por sobre
otras más comúnmente encontradas en otras zona.
Pero siempre está la mano del hombre para extraer
riquezas o de alguna manera poseer los recursos naturales como si sobraran en
el mundo. Y así pasó en esta zona cuando a mitad del siglo XX grupos de
inmigrantes de otros lugares de Chiapas se instalaron en las cercanías de la
selva Lacandona. Esto mismo hizo acelerar los procesos de cultivos agrícolas y
la cría de ganado bovino para mantener a la gran cantidad de personas que de
pronto estaban allí. Lo que provoca que a tener las tierras un uso permanente cambiando
de forma y composición, los árboles u otras vegetaciones no sobreviven, lo que
genera una abrupta desforestación. A todo esto se les suma las peleas por
poseer su suelo y tener el poder sobre ellos que se da entre las diversas
etnias y comunidades que habitan el lugar. Se entremezclan comuneros,
pequeños propietarios y un gran número de organismos gubernamentales y no
gubernamentales para tratar de lograrlo y lo único que hacen es que en muy poco
tiempo los lamentos sean graves ante las inminentes pérdidas de la naturaleza
viva.
Nadie se puede olvidar que el área de protección de flora y fauna
de Chan Kin funciona como
puente ecológico que conecta las selvas de Chiapas con las de Guatemala, que limita al
sur de Mexico y los ecosistemas que se encuentran allí son diversas clases,
junto con el Petén guatemalteca y las selvas de Belice, Campeche y Quintana Roo
forman una región especial biológica y ecológica llamada el Gran Petén, que se
concibe de gran importancia por su influencia en la regulación del clima de la
zona. Pero esto no termina acá, porque como verá la zona del sur mexicano sigue
sorprendiendo con sus maravillas naturales y así es también como esta región
Gran Petén está conformado por las selvas que devienen de todos los punto de México,
Nicaragua, Honduras y Guatemala, cuyas extensiones hacen que se considere la
segunda más grande de América después del Amazonas. Y como se dijo
anteriormente, la regulación climática y reproducción de especies poco
encontradas en otros sitios está propiciada por la producción de chicle que se
hace en sus tierras, como se dice, aquél producto que se adquiere en los
kioscos de todo el mundo. Este producto se realiza con la extracción de látex
del árbol chicozapote encontrado allí y que a través de técnicas de
estiramiento y solidificación para luego exportarlo en formas de barras de
grandes tamaños, a los países que lo transforman en productos comercializables.
Esta producción artesanal de goma de mascar es realizada desde hace miles de
años, descubierta por los Mayas que habitaban la zona y que venían de las
costas de la Península de Yucatán para extraer este material.
No hay comentarios:
Publicar un comentario