Chetumal es una hermosa ciudad costera del sur mexicano. Muchos la conocen
como la puerta de entrada a México por Centroamérica, o viceversa. Sin embargo,
esta localidad, capital del Estado de Quintana Roo, tiene mucho que ofrecer a
quienes la visitan. Sin lugar a dudas, sus playas de arenas blancas, mar de
aguas color turquesa, y su exuberante vegetación selvática, la convierten en un
paraíso tropical de colores vibrantes y ambientes mágicos. Pero es también su
historia lo que la hacen interesante.
Estas fueron alguna vez tierras de un gran cacicazgo maya, y en los alrededores
de la ciudad pueden encontrarse zonas arqueológicas importantes que nos
transportan a otra época cargada de misterios y excitantes leyendas.
Chetumal es también conocida como la “Cuna del Mestizaje”, ya que se
considera que aquí nacieron los primeros mestizos americanos, hijos de un
marino español que renunció a su cultura para adoptar la de los nativos, y una
princesa maya. Ellos son Gonzalo Guerrero y Zazil Há. En esta ciudad todos
encontrarán algo que les entusiasmará, además, es la base ideal para recorrer
hermosos e importantes lugares cercanos, en este artículo te contamos sobre uno
de ellos, el arrecife Banco Chinchorro.
Banco
Chinchorrro forma parte de la reserva de arrecifes de México, y del gran
sistema de arrecifes mesoamericano que bordea las costas mexicanas, así como
las de Belice, Guatemala y Honduras. El Sistema Arrecifal Mesoamericano tiene
una extensión de 700
kilómetros , que van desde la Península de Yucatán
hasta las Islas de Bahía, al norte de Honduras, por lo que son la segunda
cadena de arrecifes más grande del mundo, después de la Gran Barrera de Coral
en el norte de Australia. Banco Chinchorro se ubica a unos 24 kilómetros de la
costa, frente a Chetumal y posee unos 70 kilómetros de
largo por 25
kilómetros de ancho, se encuentra rodeado por un
arrecife de unos 20 metros
de espesor.
Si bien el
arrecife de coral se encuentra en su mayor parte sumergido bajo las aguas del
Mar Caribe a una escasa profundidad (tan sólo 60 centímetros
median entre el arrecife y la superficie), algunas partes sobresalen formando
pequeñas islas, como lo son el Cayo Norte, el Cayo Centro y Cayo Lobos. Estos
cayos son el hábitat de algunas especies de mangle, cocales, palmeras, y
arbustos, además muchas aves migratorias suelen utilizar estos espacios como
lugares de descanso en sus largos viajes, en la parte oriental suele producirse
el fenómeno llamado de pesqueros que se reunen con fines reproductivos, particularmente
los meros. Dentro de la barrera de coral se forma una hermosa piscina natural
de aguas cristalinas de una profundidad que va de los 2 a los 7 metros cuyo fondo
arenoso en su mayor parte es realmente un atractivo turístico imperdible.
El arrecife fue
nombrado una reserva ecológica en el año 1997 para cuidar su flora y fauna, y
para promover el uso sustentable de la pesca. También fue declarado Patrimonio
de la Humanidad
por la UNESCO. Entre
las especies vivas que se pueden encontrar están los delfines, las mantarayas,
caracoles (como el famoso caracol gigante), langostas, esponjas de mar, algas,
y una enorme variedad de peces. Entre lo corales está el coral de fuego, el
coral de montaña, el coral estrella y el coral hoja de lechuga. Además, los cayos
son el hogar de numerosos reptiles como el cocodrilo o las tortugas blanca,
carey y caguama.
Debido a la
escasa y variable profundidad de las aguas y de la barrera de arrecifes, que
cuenta con algunas boca de entrada de diversas dimensiones, Banco Chinchorro no
es un lugar muy seguro para el tránsito de barcos. Sin embargo, hasta hace poco
por aquí circulaban barcos que buscaban y buscan refugio ante los temporales.
En la isla de Cayo Norte se encuentra un faro que fue construido a finales del
siglo XIX para que los barcos se guiaran y no chocaran contra el arrecife, lo
que permitía la navegación. Esto dio lugar a una original forma de piratería
que funcionó hasta épocas recientes. Los piratas apagaban la luz del faro y
colocaban una linterna sobre un barril o una balsa en otro lado, al verla los
barcos la confundían con el faro y quedaban encallados en la barrera de
arrecife, así podían tener acceso a ellos y saquearlos.
Uno de los
principales atractivos de Banco Chinchorro es el buceo. Debido a la gran
belleza del arrecife, como a la gran biodiversidad que sustenta, los amantes de
esta actividad quedan enamorados del lugar. Además, en sus profundidades es
posible encontrar barcos hundidos a los cuales se puede acceder buceando. Estos
fantasmas submarinos son ahora el hogar de muchos peces y animales marinos que
han construido sus nidos dentro de estas embarcaciones de otras épocas.
Sin lugar a
dudas, Chetumal y Banco Chinchorro son dos lugares de la rivera maya que
no puede dejar de visitar en su próximo viaje a México.
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