La ciudad de Taxco de Alarcón, en el estado de
Guerrero es visitada anualmente por cientos de turistas que buscan ser parte de
paseos únicos por una ciudad donde se destacan los paisajes naturales de
impresionante belleza, los edificios coloniales cuya arquitectura hace de la
ciudad una obra de arte en sí misma y para conocer más acerca de la producción
más importante que se lleva adelante en la ciudad, la de objetos de plata.
Este metal se produce y trabaja aquí de una forma única,
incluso es uno de los pocos lugares en el mundo entero donde abunda la
producción de plata aún hoy. Es tal la importancia que los trabajos sobre este
material tienen, que existe el Museo de Platería de Taxco; o también conocido
como el Museo “Antonio Pineda”. El inmueble se inauguró en 1988, en el contexto
de la celebración de la Feria Nacional de La Plata.
En la capital mexicana de la plata, este atractivo se
vuelve más interesante a medida que uno se adentra en él. Este museo se
localiza en la Plaza Borda, en el conocido Patio de Artesanías, la colección
que allí se exhibe representa el arte de la platería nacional. Las muestras que
forman parte de esta exhibición pertenecían tiempo atrás, a Don Antonio Pineda,
quién además colaboró con trabajos propios moldeando la plata.
Además de los objetos, también se pueden observar los
murales elaborados por David Castañeda, un artista de Guerrero que realizó sus
pinturas inspirándose por los hitos de la historia de México, desde su
antigüedad hasta los años contemporáneos. Estos murales, son el fondo perfecto
para exhibir las creaciones únicas hechas en plata, la historia se entremezcla
con el metal y las técnicas que sobre él se pueden apreciar.
Los trabajos de los orfebres de Taxco consisten en
piezas sobre las que se realizaron trabajos prehispánicos, hasta creaciones más
actuales entre las que se destacan las realizadas por ganadores de los
concursos nacionales de la plata, como lo es la colección de piezas originales
de Guillermo Spratling, uno de los pioneros en el trabajo con la plata y el
cual, fundó los primeros talleres de enseñanza de la manipulación y el arte
sobre este material.
Muchos de los trabajos que forman parte del museo
adquirieron reconocimiento tanto nacional como internacional, diversos artesanos
y diseñadores son los artífices de este logro, y su arte ha sido, y sigue
siendo, admirado por muchos visitantes que llegan año a año a Taxco. Pineda es
uno de los que ganó ese tipo de reconocimiento, razón por la que el museo lleva
su nombre.
La magnífica colección que se alberga en el museo ha
podido ser presentada en esta institución gracias al apoyo que el Estado
ofreció y por los recursos que él mismo, con ayuda del Instituto Nacional de
Antropología, se encargaron de aportar.
Y si uno sigue su camino turístico por la ciudad, tanto dentro de ella como
en los alrededores se encuentra con la posibilidad de recorrer únicos lugares,
admirar hermosos edificios como la Parroquia de Santa Prisca, o descasar en
áreas de imponente belleza.
Este
Pueblo Mágico de México, tiene una geografía que se caracteriza por enormes
montañas, selva y río. Los lugares que se forman gracias a este paisaje natural
son muchos, y las actividades que ellos se llevan adelante son de gran
variedad. Aquí encontramos, por ejemplo, las Grutas de Cacahuamilpa, donde
habitan diversas especies animales y vegetales, y cuyas aguas son hasta
curativas.
Al visitar esta ciudad uno queda
impactado por las bellezas naturales que contiene, por la arquitectura y
decoración de sus edificios más famosos, por los espacios verdes y por el gran
trabajo artesanal, en especial en lo que a la plata se refiere.
Es un disfrute desde el primer
día que se llega a Taxco, entretenimiento, alojamiento, servicios turísticos,
atracciones y actividades de lo más variadas, todos se ven satisfechos al
visitar una de las más interesantes localidades mexicanas.
Además de visitar lugares llenos
de arte e historia, en Taxco también hay espacio para realizar compras, la
mayoría de las adquisiciones que
uno quiera realizar en Taxco van a estar protagonizadas, seguramente, por la
plata. Caminar por las calles de esta ciudad implica ver infinidad de puestos,
talleres y tiendas en las que se elaboran, moldean y diseñan gran cantidad de
joyas y objetos de plata. Aquí los precios de los productos son más que
accesibles, si los comparan con alguna otra parte del país, los diseños son
únicos, y los artesanos exponen sus trabajos con orgullo en sus propios
talleres. La calle San Agustín es la que contiene más de 20 platerías con
diversos artículos, collares, pulseras, aros, anillos, crucifijos, motivos
prehispánicos, orfebrería llenan las vidrieras de estos locales, mostrando
maestría y originalidad artesanal.
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