El golf es un deporte que nació en Escocia mucho tiempo atrás, en el siglo XV, desde
esa parte de Europa y con el paso de los años, este deporte se ha extendido a lo largo de
todo el mundo e incluso se llegó a jugar en la mismísima luna. Y es que en la misión
del Apolo 14, el astronauta Alan Shepard llevó un palo de golf y unas pelotas y cuando
descendió se dio el gusto de hacer unos cuantos tiros ante millones de personas que
observaban la transmisión.
Si bien se suele asociar a este deporte con las clases altas y por ende se piensa que
es difícil practicarlo, en los últimos años esta imagen fue cambiando gradualmente,
ayudada de la cobertura que los medios deportivos hacían de los campeonatos.
Así es que hoy mucha gente que nunca había considerado jugar golf comienza a pensar
en la idea, especialmente cuando ve lugares como el Campo de Golf El Camaleon
Mayakoba, en la hermosa ciudad de Cancún, en el Caribe mexicano.
Como todos saben, Cancun es parte del estado de Quintana Roo, un estado que ha
modificado considerablemente su modo de vida a partir del aumento creciente del
turismo en sus ciudades. Muchos de los pueblos de este lugar estaban compuestos por
pobladores que se dedicaban a la pesca, que era la actividad que representaba el mayor
de los ingresos. Con la transformación de la zona en un polo turístico por excelencia,
estos pueblos fueron adaptándose a la nueva situación y encontrando nuevas formas de
ganarse la vida.
Cancún es un ejemplo de ello. Un lugar que 30 años atrás era un poblado de pescadores
y en el que la naturaleza se abría paso en las playas vírgenes y en las selvas frondosas,
pero a partir del plan del gobierno mexicano de convertir el área en un punto turístico
se comenzó a planificar un diseño urbano que de lugar a la instalación de comercios y
hoteles que configuran lo que es hoy una de las mayores zonas turísticas del país.
Es así como se comenzaron a crear en la zona diversos campos de golf, pensando no
solo en los turistas aficionados al juego sino también en posicionar a esta parte del
Caribe mexicano como uno de los lugares ideales para practicar el deporte y donde
pudieran desarrollarse competencias de nivel internacional.
Respondiendo a esta idea podemos encontrar al Campo de Golf El Camaleon
Mayakoba, un campo que conjuga a la perfección las exigencias de un campo de
golf apto para la práctica profesional y el respeto y cuidado por el medio ambiente,
siguiendo una línea de conciencia ecológica presente en todas las actividades turísticas
de Cancún.
El Campo de Golf El Camaleon Mayakoba fue diseñado por Greg Norman, un
prestigioso golfista, ya retirado, que en su momento estuvo al frente de la clasificación
mundial por 336 semanas seguidas.
El campo cuenta con 18 hoyos y combina en su superficie las características típicas de
la vegetación y del suelo de la Península. Así, se pueden observar en el campo, espacios
de selva tropical, los conocidos manglares y zonas en las que la superficie es arena y
que corresponden a la orilla del mar. En esta última zona los hoyos están separados por
canales de piedra caliza, la misma que conforman los conjuntos de arrecifes en el mar.
Este campo es una excelente opción para practicar unos tiros y comenzar a adentrarse en
el deporte si todavía no ha jugado un partido y para practicar su estilo particular si ya es
usted un aficionado al golf.
Otra de las ventajas que tiene el campo es que se encuentra muy cerca del centro
turístico, a tan solo 45 minutos al sur de Cancún. El campo está emplazado dentro del
conocido resort “The Fairmont Mayakoba”, un exclusivo hotel de los más lujosos de
toda la Riviera Maya.
El campo de golf es una verdadera aventura para los jugadores ya que para lograr
completar los hoyos hay que atravesar las diferentes superficies entre las que se cuentan
también los cenotes, otra de las atracciones de esta zona y que podemos disfrutar
también mientras jugamos un partido.
Demás está decir que el paisaje es imponente. Toda la belleza del mar Caribe se
extiende alrededor y si tenemos la oportunidad de ver un atardecer sobre sus costas
podemos pensar que estamos soñando por lo bello del paisaje. El verde del campo se
extiende hasta las costas blancas de arena suave y alrededor podemos respirar el aire
puro de la selva tropical que acompaña silenciosa nuestro juego.
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