Uno de los miles de atractivos de
Mexico son las Barrancas de Cobre que pertenecen al estado de Chihuahua, uno de
las más grandes de todo el país. Estas
barrancas constituyen un increíble escenario natural conformado por las
montañas de la Sierra Madre, valles, lagos, ríos y cañones y su nombre se debe a que se trata de una
mina de cobre que se ubica dentro del área conocida con el nombre de Barrancas
de Cobre.
La barranca comprende un total de 20
cañones y crestas cuya superficie total supera al gran cañón de Arizona, con un
total de 60.000 kilómetros cuadrados. También se pueden observar allí los
cauces de los ríos Fuerte, Mayo y Yaqui que nacen en los altos bosques y
conforman un laberinto que se dispersa por las rocas de la lava volcánica.
Para acceder a las Barrancas de
Cobre, solo se lo puede hacer a través del tren Chihuahua Pacífico, ya que la
vegetación que existe en esta región resulta sumamente exuberante y esto hace
que resulte muy dificultoso recorrerlas en otro tipo de vehículos. Actualmente,
miles de personas llegan hasta el lugar a bordo de este tren con el objetivo de
contemplar y admirar la belleza y la inmensidad de los cañones.
Respecto de la vegetación, esta brinda un espectáculo digno de ser
admirado ya que debido a su variación climática, se encuentran allí especies
típicas de climas fríos y otras plantas pertenecientes a temperaturas climáticas
subtropicales y húmedas.
Esta variedad debido a las
características climáticas se puede observar también en las especies
pertenecientes al reino animal ya que habitan diferentes especies de mamíferos,
anfibios, aves y peces de agua dulce, entre otras.
Otro de los atractivos de las
Barrancas de Cobre, es que ellas poseen un increíble teleférico que es
considerado uno de los más largos y los más impresionantes de todo el mundo. A
través de un recorrido por este teleférico se puede apreciar desde las alturas,
una vista magnífica del paisaje que ofrece este atractivo natural.
Características del teleférico
Aún sin subir a alguna de las cabinas
que conforman el teleférico, desde el exterior nos impresionan las enormes
poleas que mueven cada unidad, y la increíble longitud de los cables que las
sostienen, ya que todo el sistema y el mecanismo de este teleférico es accionado
por energía eléctrica.
Este singular paseo se encuentra
conformado por un total de dos cabinas que se mueven en sentidos opuestos. Cada
una de estas cabinas posee una capacidad para trasladar a un total de 60
personas, todas ellas sentadas en sus respectivas butacas y con todas las
medidas de seguridad pertinentes para que cada pasajero se sienta completamente
seguro y disfrute al máximo de su paseo.
Desde las alturas del teleférico las
personas que visitan este lugar tienen la oportunidad de tomar fotografías
únicas del bellísimo e inmenso paisaje.
Un paseo sin igual
Es innegable que quienes se suben a
una de las cabinas del teleférico sienten temor y nerviosismo. Esto se debe al
hecho de que tres cables sostienen a una cabina con tantas personas. Pero esto
es solo una sensación, ya que el sistema es totalmente seguro y esto se pone en
evidencia cuando se activa el teleférico y el mismo se pone en movimiento.
El trayecto comienza con un
movimiento que genera un leve brinco y desde allí el trayecto es sumamente
sereno y puede compararse con el de un elevador, ya que el movimiento apenas
puede percibirse. La cabina se dirige directamente hacia la barranca y además
de el increíble paisaje que otorga la misma, se puede contemplar una comunidad
raramuri que se conoce con el nombre de Bacajipare.
Luego de contemplar esta comunidad,
el trayecto continúa por una distancia de 2.75 kilómetros hasta llegar a la
estación que se encuentra en la mesa de Bacajipare. Desde esta estación se
puede sentir un clima muy diferente, ya que la barranca cuenta con un clima
subtropical y esto hace que la temperatura sea sumamente calurosa. Esto permite
que en esta región se cultiven frutos como el mango y el plátano.
La travesía continúa por el tramo
final hasta llegar a la estación Mesa de Rarajípame donde el teleférico
asciende hasta el punto más alto del recorrido, a unos 800 metros de altura.
Una vez que pasa por esta estación, el teleférico emprende su regreso de la
misma manera serena y tranquila que en el camino de ida. El recorrido total
cuenta con una duración de ocho minutos.
Quienes se aventuran en el recorrido
que ofrece este teleférico cuentan con la oportunidad única de tomar
fotografías maravillosas de la Barranca de Cobre, cuevas enclavadas en paredes
de roca y las humildes viviendas que muestran la forma de vida de las culturas
aborígenes.
Por todo esto es
que quienes visitan Barrancas de Cobre no deben dejar pasar la oportunidad de
realizar este recorrido a bordo del teleférico que les permitirá contemplar
desde las alturas el magnífico e inmenso paisaje.
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