11 dic 2012

Cerro de Miel en Oaxaca


Oaxaca es un lugar lleno de relatos, ubicado al sur del país, es uno de los 31 distritos de México. Se caracteriza por la complejidad de su cultura, allí donde se mixturan los elementos de las civilizaciones prehispánicas, con los llegados desde el Viejo Continente, en tiempos de colonización española. Para luego, convertirse en parte de un México independiente, híbrido, paradójico, inagotable.

El patrimonio arquitectónico y cultural, la riqueza de sus sitios cargados de narraciones, son partes constitutivas de la presencia y el entorno oaxaqueño, le otorgan un atractivo único a la región. Las festividades populares, que se llevan a cabo en cada una de sus localidades, son fiestas anuales realizadas en honor a sus santos patronos. La religiosidad, la devoción y la espiritualidad son elementos de fuerte presencia, que identifican a sus pobladores y que se reconocen en ese entramado particular de la cultura y de la identidad.

Entre uno de sus espacios simbólicos de importancia, y podríamos mencionar muchos, destacamos al Museo Cerro de Miel. Se sitúa en la pintoresca comunidad de Tepelmeme de Morelos, en Coixtlahuaca. El poblado chocholteco no supera los 2000 habitantes, allí donde las relaciones son cercanas y con la calidez propia de quienes se conocen por compartir la vida misma. De una inmensa y honorable sencillez, los lugareños se dedican a trabajar la tierra fértil e intensa de sus lugares, la agricultura es aquí tan importante como la ganadería, de gran desarrollo también. Asimismo, entre una de las prácticas más tradicionales, el tejido de palma es característico del pueblo.



El museo es una construcción de gran valor simbólico, recorrerlo es adentrarse a un fragmento significativo de la historia y las costumbres de Oaxaca y de su gente. Posee una sala arqueológica, con objetos escultóricos realizados en cerámica, y con objetos utilizados hace siglos por las antiguas civilizaciones, de creación artesanal. Así también, la sala de artesanías expone, fundamentalmente, materiales propios de los productos de palma.

Es interesante saber, en este sentido, que los museos son muy importantes para el desarrollo social de un grupo social, colectivo o comunidad. Los museos recogen parte de la historia de sus pueblos, se postulan como un lugar de preservación, de estudio y presentación de su pasado cultural. Cerro De Miel, es aún más importante por ser un museo comunitario, es decir, gestionado y sostenido por los mismos habitantes.

El museo, también llamado Ñance, fue inaugurado un 29 de febrero de 1992.  Se orienta a preservar y a difundir el patrimonio arqueológico y cultural de la comunidad de Tepelmeme. Además de su función expositiva, este sitio es pensado como una institución que puede ser apropiada y que debe ser habitada por los habitantes del lugar. En este sentido, organiza diferentes actividades, tales como talleres de diseño artesanal y talleres radiofónicos, y además, convoca a festivales y hace concursos.

El Museo Cerro de Miel, es una institución de la cultura que, lejos de ser una espacio muerto, infértil, allí donde nada debe ser tocado para que el silencio prime por sobre todas las cosas, es un espacio vivo, festivo, convocante y participativo.

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