3 dic 2012

Visita el Jardín del Santuario en Visita el Jardín del Santuario en Guadalajara


Guadalajara es una ciudad sorprendente, en cada uno de sus rincones viven siglos de historia que fascinan y atraen a miles de turistas todos los años. Además, los típicos sabores, colores y olores de la más rica tradición mexicana, unidos a la famosa hospitalidad jalisciense, hacen de esta hermosa ciudad un destino ideal para visitar México. En este artículo te contamos sobre uno de los sitios que no puede dejar de figurar en tu itinerario de viaje, el Jardín del Santuario en Guadalajara, al que, como a muchos otros edificios en la capital jalisciense, le sobran ricas historias y un gran atractivo.
En la Avenida Alcalde, entre Manuel Acuña y Juan Álvarez, en el viejo barrio El Santuario, se encuentra el Jardín del mismo nombre. Este hermoso espacio obtuvo su nombre debido a que se encontraba al frente del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.
La antigua iglesia data del siglo XVIII, su primera piedra fue colocada el 7 de enero de 1977, y fue terminada en 4 años, inaugurando en 1781. La construcción del templo, como muchos otros de la ciudad de Guadalajara, fue responsabilidad del Fray Antonio Alcalde y Barriga, quien corrió con los gastos de la construcción. Además, también construyó casas que se alquilaban a bajo precio destinadas a familias de bajos recursos. Estas casas son conocidas como las Cuadrillas del Santuario.
El hermoso templo posee el estilo barroco churrigueresco característico de aquellos años y está cubierto con cantera amarilla proveniente de la Barranca de Huentitán. En el interior de la iglesia, de estilo neoclásico, resaltan los balcones dorados, los pilares que imitan el mármol y los murales, entre ellos el más importante es el de Nuestra Señora de Guadalupe en el altar principal, que data del año 1779 y fue realizada por Don José de Alcíbar.
El templo fue el núcleo en torno al cual se organizó la colonia El Santuario. Las 158 viviendas de las Cuadrillas y las 158 familias que las ocupaban fueron las que fundaron el barrio, ampliando la ciudad de Guadalajara en su límite norte. Comenzó a realizarse una fiesta en honor a la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre de todos los años. La misma consistía en una procesión que salía a la tarde o noche del día señalado desde el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe y recorría las calles que en ese entonces se llamaban Avenida Santo Domingo (hoy Avenida Antontio Alcalde en homenaje al querido fraile), San Diego y el Santuario. Los vecinos participaban con gran entusiasmo de los festejos, decorando sus casas y ventanas con vibrantes colores y flores artificiales. El pavimento era regado de hojas verdes y flores, mientras la procesión marchaba con la imagen de la virgen que era depositada en los altares construídos en las casas particulares por los vecinos, o simplemente sobre la fachada, seguida de una especie de corte con imágenes titulares de otros templos vecinos. Entre semejante festival de colores, sonidos y aromas, en el Jardín del Santuario se quemaban 12 castillos en homenaje a la Vírgen de Guadalupe. Además, había danza y baile, vendedores de caña, mueganos, celestinas, varitas de tejocotes enmielados, cacahuates y muchas otras golosinas para deleite de los vecinos.
Durante un tiempo, el Jardín del Santuario fue llamado Jardín Hidalgo, debido a que aquí se levantaba una estatua de barro del Padre de la Patria, Miguel Hidalgo y Costilla. Sin embargo, debido a las fechorías de algunos jóvenes, la estatua fue destruida a causa de una lluvia de pedradas. En el centro de la plazoleta se levanta sobre una cantera gris la estatua del Fray Antonio Alcalde y Barriga. Es el lugar ideal para descansar y reflexionar sobre la gran historia que nos rodea en cada rincón de la ciudad, cargando el aire de un magnestismo particular. Sin lugar a dudas no puedes dejar de visitar el Jardín del Santuario y el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en tu próxima visita a Guadalajara, son dos antiguas construcciones que han tenido un gran papel en la formación de la ciudad tal cual puede apreciare hoy.  
Otra de las peculiaridades del barrio es que aquí nacieron muchas personalidades famosas de México, como Agustín de La Rosa, uno de los mayores promotores de la astronomía del país, o el presbítero Severo Díaz Galindo, científico y religioso, o Agustín Yañez, escritor y polítco. También el barrio es el lugar de la legendaria cocina de María Valentina Santos y “La fonda de Valentina”, su pollo fue un emblema de la cocina local. Durante mucho tiempo se solía decir que para conocer Guadalajara había que probar el famoso pollo de Valentina, por el que pasaron personalidades como Pancho Villa, León Trotsky, André Bretón, Diego Rivera, Henry Ford, entre otros.

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