3 dic 2012

Cascada de Apoala


Oaxaca es uno de los 31 estados de México, ubicado al sur del país, se caracteriza porque en su territorio se entremezclan múltiples procedencias culturales. Más de 16 grupos étnicos constituyen la riqueza de la tradición histórica y social del lugar. Las poblaciones prehispánicas, resistentes a la colonización cultural española, proveniente del Viejo Continente, son muy valoradas. Los  derechos de propiedad y posesión de estas culturas,  incluyen además, el derecho a participar en el uso y conservación de los recursos naturales

En este sentido, Oaxaca es un espacio en donde los elementos culturales de ancestrales civilizaciones, se mixturan con la excelsa belleza natural de sus ambientes naturales. En este sentido, el estado se postula como el primer destino turístico sin playa de México. Desde allí, se desarrolla el turismo cultural, y fundamentalmente, el ecoturismo.

El ecoturismo es una nueva tendencia del Turismo Alternativo, contrarrestando al Turismo tradicional. Desde esta perspectiva, en las actividades turísticas, se privilegia la sustentabilidad, la preservación y la apreciación del medio, tanto en lo que respecta al entorno natural como al cultural. Está orientado a minimizar los impactos negativos, que puede generar la actividad, para el ambiente y para la comunidad. En este sentido, el ecoturismo fomenta el respeto y la conciencia ambiental y cultural; y busca generar experiencias positivas, no sólo para el visitante, sino también para los lugareños.

Mencionamos, en ésta línea, a La Cascada de Apoala, también llamada "Cola de Serpiente", que es uno de los principales destinos ecoturísticos del Estado de Oaxaca. Se encuentra situada muy cerca de la Cueva de la Culebra, a 10 minutos de la población de Apoala y en la cumbre del  Yucutotondehui, que en mixteco significa "cerro de la peña del cielo". Se constituye como una majestuosa caída de agua, allí donde, desde una altura de 60 metros, se puede oír el impacto estruendoso de la potencia del chorro. El golpe del agua ha generado profundos pozos, lo que le otorga un singular atractivo a este espacio. La cascada está conformada por el cauce del caudaloso río Yutatnocho y se encuentra rodeada por agrestes precipicios. El lugar inspira la grandeza de un entorno natural que no tiene paralelo. Las personas que se ponen en contacto con la inmensidad de ese paisaje, quedan sin palabras, pues la belleza de este sitio no podría jamás ser atrapada por el lenguaje. Allí donde el colorado de las tierras ocre, se contrasta y se mixtura con las aguas cristalinas y la intensidad de una exuberante vegetación ganada por el color verde. El río ofrece a la vista, tonalidades azules que se deslizan por la prestancia de las aguas, que finalmente confluyen, con todos sus afluentes, en el río Papaloapan.

La soberbia de una potencia de la naturaleza, inagotable, allí donde el hombre es sólo un espectador, se pone en alza en la maravilla de esta Cascada de Apoala y de todo el entorno que la abraza. Ingresar a este ambiente es ponerse en contacto, sin mediaciones, con el poder y la energía de la tierra y con todo lo que ella nos ofrece.

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