El Caribe mexicano es uno de los lugares
más visitados del continente americano. Viajeros de todas partes del mundo
vuelan hasta este magnífico lugar para apreciar en persona las maravillas de
los paisajes en los que la naturaleza es la principal protagonista.
En toda la zona la ciudad que más se
destaca y se conoce es Cancun, el referente de todos a la hora de pensar en los
sitios más anhelados de todo el sureste mexicano.
Toda la Península de Yucatán es
un destino turístico en si mismo ya que al transportarnos de un lugar a otro de
ella pasamos por ciudades y pueblos que son dignos de conocer y que también se
destacan por su belleza y el particular encanto de las comunidades que crecen
al costado del mar.
Pero de todos estos lugares Cancún
siempre ha sido el más elegido por el turismo, tanto es así que es una ciudad
certificada por la Organización Mundial
del Turismo (OMT).
La infraestructura de la ciudad permite
que miles de personas lleguen diariamente y de forma directa al Aeropuerto
Internacional de Cancún, evitando escalas en la capital del país y acortando
las horas que separan a los turistas de encontrarse con el espléndido paisaje
del mar turquesa, tan anhelado por las personas a lo largo del mundo cuando ven
las fotos de este lugar.
Además de poder llegar directamente a la
ciudad, Cancún posee una infraestructura hotelera que compite con las grandes
ciudades del mundo. Hoteles de lujo, cabañas, resorts, todos en el mismo lugar
para que el viajero pueda elegir el mejor sitio para descansar luego de pasar
el día entero en la playa.
Muchos de estos hoteles ofrecen paquetes
completos con un servicio conocido como “all inclusive” o “todo incluido”. En
estos lugares los viajeros pueden acceder a la playa sin necesidad de moverse
de donde están alojados. Estos paquetes incluyen todas las comidas y las
bebidas del hotel y son una de las opciones más buscadas por el turismo de alto
nivel económico.
Pensando en este nivel de vida es que se
comenzaron a propagar en la zona distintas opciones que van desde centros de
spa y relajación, hasta restaurantes de primer nivel. Los campos de golf son
una de las opciones muy visitadas por este tipo de turistas. Y es que estos
campos alcanzan un nivel profesional para que puedan practicar su juego tanto
deportistas ya avanzados en la práctica del golf como los aficionados.
Uno de ellos es el Iberostar Playa
Paraiso Golf Club, un campo de primera calidad creado por el famoso diseñador
P. B. Dye que incluye los elementos típicos de sus creaciones en otros campos
de golf como lo son ciertos movimientos verticales y trabajo en piedra que le
da un toque particular a cada uno de los campos.
Para quienes no conocen mucho sobre los
campos de golf es necesario remarcar que no solo se trata de un llano verde
sobre el cual la pequeña pelota debe rodar hasta el hoy. Lo divertido y a la
vez fascinante de los campos mejor diseñados es la cantidad de obstáculos que
tienen para hacer del juego algo entretenido y para poner en ejercicio todo el
talento y la estrategia del jugador.
El campo del Iberostar Playa Paraiso Golf
Club posee algunas de estas pruebas o pequeñas “trampas” como por ejemplo
algunas calles muy angostas, ondulaciones que es necesario analizar para saber
cómo pasará la pelota por esos lugares y si reducirán o aumentarán la velocidad
del tiro y algunas otras dificultades que mantendrán ocupados a los jugadores.
Pero no hay que desanimarse ya que el
club posee un servicio de alimentos y bebidas que acompaña la jornada de los
valientes que se animan a probar la habilidad en el campo y que pueden llegar a
pasar un día entero jugando hasta lograr el objetivo, incorporando así el
concepto de “all inclusive” al juego.
Se estima que el tiempo de juego en el
campo es de unas 4 horas en las que además de estar concentrados en los hoyos
se puede disfrutar del hermoso paisaje que lo rodea, una postal natural de toda
la belleza del Caribe mexicano que se extiende más allá del verde del césped.
Cabe mencionar que el campo cuenta con un
servicio de alquiler de los elementos necesarios para el juego por lo cual no
es necesario traer los palos desde su país o estado para poder disfrutar de un
día de golf. Solo hace falta estar dispuestos a pasar una agradable jornada
bajo el sol caribeño y en medio de un paisaje de ensueño mientras se juega el
deporte favorito.
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